Rebelión de la geografía

La candidatura de Las Palmas de Gran Canaria a Capital Europea de la Cultura 2031 invita a imaginar una ciudad que desafía las narrativas tradicionales y se reinventa a través de la experimentación cultural y la participación ciudadana.

Una ciudad que transforma el relato desde los márgenes

La candidatura de Las Palmas de Gran Canaria a Capital Europea de la Cultura 2031 propone imaginar una ciudad que desafía las narrativas tradicionales y se reinventa desde la experimentación cultural, la participación ciudadana y una renovada conciencia insular. No busca ocupar un lugar preasignado, sino repensar Europa desde sus bordes y transformar el centro desde la periferia.

¿Qué es la Capital Europea de la Cultura?

Una iniciativa de la Unión Europea que reconoce la riqueza y diversidad de las culturas en Europa, promoviendo el desarrollo urbano a través de la cultura.

Una mujer con tatuajes en el brazo y cabello recogido, vista de espaldas, levantando las manos en una congregación en las calles con varias personas. El fondo con un escenario y árboles.

¿Qué significa ser ciudad candidata?

Significa iniciar un proceso colectivo de reflexión, creación e impulso cultural que transforma y fortalece la identidad local desde una mirada europea.

Reunión de varias personas sentadas alrededor de una mesa de madera en un espacio con decoraciones modernas, varias llevan libros o dispositivos electrónicos delante de ellos y hay micrófonos en la mesa.

¿En qué momento del proceso estamos?

Estamos construyendo la propuesta. Escuchando, imaginando, activando. Cada paso suma. La ciudad ya se mueve.

Niño viendo una pantalla con la imagen de un volcán en erupción.

Y si vivir en una isla fuera una forma de estar en el mundo

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En Europa 1 de cada 20 personas vive en una isla, pero las islas rara vez están en el centro del relato. ¿Y si lo insular permitiera pensar una cultura más conectada y resiliente? Las islas del Egeo lo fueron una vez: origen de símbolos, lenguas y ciudades. La posible capitalidad compartida entre Las Palmas de Gran Canaria y una ciudad de Malta abre una oportunidad para destacar lo diverso, periférico e interconectado como fuerza cultural para Europa.

Y si escuchar fuera una forma de transformar

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¿Quién decide qué cuenta como cultura? ¿Y si lo invisible, lo que nunca se escuchó, pudiera transformar una ciudad? Repensar el tejido cultural desde lo comunitario y lo inesperado abre nuevos relatos compartidos.

Y si el futuro se diseñara desde el cuidado

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La Nueva Bauhaus Europea propone imaginar entornos más sostenibles, inclusivos y humanos. En una isla, donde todo está conectado y el territorio es limitado, esta visión cobra sentido: cultura, espacio y vida cotidiana como parte del mismo ecosistema.

Lo que hoy construimos, mañana será un recuerdo feliz.